Salud ósea: la vitamina D es crucial para mantener huesos y dientes fuertes al ayudar a absorber calcio y fósforo. Los niveles adecuados previenen problemas óseos, especialmente en niños y adultos mayores.
Apoyo al sistema inmunológico: La vitamina D modula la función inmunitaria, ayudando al cuerpo a defenderse de infecciones y promoviendo la salud inmunológica global.
Fuerza muscular: La vitamina D contribuye a la fuerza y función muscular. Mantener niveles óptimos puede reducir el riesgo de fracturas, sobre todo en adultos mayores.
Suplemento para deficiencia: La vitamina D puede ser recomendada para quienes están en riesgo de deficiencia o no obtienen suficiente luz solar o dieta. Consulte con un profesional para dosificación.
Conveniencia: Solo una tableta por semana para cubrir necesidades de vitamina D sin dosis diaria.
Bienestar general: niveles adecuados contribuyen a la salud general, incluyendo regulación hormonal, sistema nervioso y piel.
